¿Te pasa que tanto tu perro como vos son igualmente miedosos o ansiosos? ¿O incluso tienen las mismas afecciones físicas como trastornos gastrointestinales o alergias? Bien, te cuento que esto es más común de lo que podrías imaginarte y es un hecho es conocido como contagio emocional.
El contagio emocional, más allá de ser algo en lo que simplemente se cree, tiene una base científica concreta y una función biológica específica.
En este artículo te explico de manera simple y clara la ciencia que está detrás del contagio emocional, información que considero esencial para tomar conciencia de tus propias emociones y al final te comparto prácticas para que tu perro y vos logren un contagio emocional positivo.
Bruce Lipton, biólogo celular estadounidense y escritor del best seller "La biología de las creencias", explica en su libro cómo sucede biológicamente el contagio emocional a través del funcionamiento de las células y su evolución a lo largo del tiempo.
Las células están rodeadas por una membrana que cumple la función de cerebro. Esa membrana recibe información electromagnética del entorno y convierte esas señales ambientales en impulsos eléctricos con información específica que determinará diferentes comportamientos de dichas células.
En el inicio de la vida, las células eran organismos individuales que, con el fin de adquirir un mayor grado de percepción e incrementar así sus posibilidades de supervivencia, comenzaron a agruparse, primero en simples colonias y más tarde en comunidades celulares altamente especializadas que formaron los tejidos y los órganos corporales de seres vivos como vos y tu perro.
Es decir que las células son "unos organismos individuales que han desarrollado una estrategia cooperativa para la supervivencia mutua." Por lo tanto, "tal vez te consideres un ente individual, pero (...) puedo asegurarte que en realidad eres una comunidad cooperativa de unos cincuenta billones de ciudadanos celulares". "No obstante, cuando las células se unen en una comunidad, debe establecerse una nueva política. En las comunidades, las células no pueden actuar como agentes independientes que hacen lo que quieren. El término «comunidad» implica que todos y cada uno de los miembros se comprometen a llevar a cabo un plan de acción común".
De esta forma, las células de hígado, por ejemplo, se dedicarán exclusivamente a cumplir las funciones específicas del hígado. El estómago hará su parte y así cada grupo de células se dedicará a hacer su labor. Este trabajo en equipo requiere de una gran organización por lo que es indispensable que un grupo de células se dedique a tomar decisiones y pase información precisa al resto de grupos. Esas células serán las que conformen el cerebro, el cual toma las señales del entorno y las traduce en sensaciones. Estas sensaciones son experimentadas como emociones que se manifiestan a través de la liberación controlada de señales reguladoras por parte del sistema nervioso.
Es esencial comprender que los organismos vivos deben recibir e interpretar señales ambientales para permanecer con vida, por lo que podríamos decir que el contagio emocional es un mecanismo de supervivencia. Llevándolo a un ejemplo práctico, si vos percibir un peligro, ya sea real o imaginario, tu perro recibirá la información y convertirá esas señales ambientales en un comportamiento como respuesta a ese peligro.
Acá quisiera hacer una aclaración importante. El hecho de que el peligro ser real o imaginario, no modifica la respuesta emocional. De esto se deduce que nuestros propios pensamientos generan reacciones químicas que se manifiestan como emociones, las cuales son percibidas por nuestros perros.
Tomar conciencia de nuestras emociones sabiendo que son percibidas e influyen en quienes nos rodean, es el primer paso para un verdadero cambio.
Bruce Lipton ha logrado demostrar que las enfermedades y comportamientos de un individuo, están determinados por el entorno en el que se encuentra y no por su genética: "Cuando las células cultivadas que estás estudiando comienzan a enfermar, hay que buscar la causa en el entorno en primer lugar, y no en la célula en sí misma (...) Cuando les proporcionaba a las células un ambiente saludable, proliferaban; cuando el ambiente no era el óptimo, las células enfermaban. Si equilibraba de nuevo el ambiente, esas células «enfermas» se revitalizaban".
Entonces si vos y tu perro quieren lograr vivir en armonía y equilibrio, es esencial hacerlo en ambientes saludables. Y como hemos visto, es concluyente que existen diversos niveles de ambientes: Tu perro y vos tienen tejidos y órganos que son los ambientes de sus respectivas células. A su vez, tu cuerpo y el de tu perro son los ambientes para sus tejidos y órganos; la casa en la que viven es el ambiente en el que interactúan y cada uno cumple una función específica. Y así lo podemos ampliar al barrio, ciudad, país, etc.
Pero de nada sirve sirve toda esta información si no la llevamos a la práctica. La práctica para el contagio emocional positivo es el segundo, y más importante, paso para lograr un verdadero cambio. Para ello recopilé algunos consejos y actividades para que vos y tu perro puedan vivir en ambientes saludables y logren un contagio emocional positivo:
1) Una de las herramientas más efectivas es la respiración profunda. Se la denomina respiración diafragmática abdominal ya que involucra el diafragma. Se realiza simplemente inspirando lentamente y llevando el aire al abdomen. Esto hace que entre más oxígeno a los pulmones reduciendo el estrés, mejorando la salud física y permitiendo una correcta gestión emocional. Si la practicas junto a tu perro, te darás cuenta que se irá relajando al igual que vos.
2) Otra actividad que recomiendo mucho es la atención plena o mindfulness. Es una práctica o estado mental que consiste en estar atento de manera consciente e intencional a lo que sucede en el momento presente, sin juzgar ni generar rechazo o apego hacia ningún hecho o situación. Aconsejo especialmente practicarlo durante los paseos con tu perro, los cambios de comportamiento que verás te van a sorprender!
3) Durante el día, date unos minutos para chequear tu cuerpo y tus emociones. Este ejercicio es muy importante para la autoconciencia. Cuanto más puedas reconocer las tensiones de tu cuerpo y tus cambios emocionales, más fácil te será revertirlo y colaborar con el estado emocional de tu perro.
Estos ejercicios son una pequeña parte de todo lo que es posible hacer para ayudar a tu perro a lograr el equilibrio emocional. Muy pronto estará disponible mi curso online "Enséñale a tu perro a estar en calma. Prácticas para un contagio emocional positivo", un curso en el que aprenderás una gran cantidad de herramientas super poderosas de gestión emocional para vos y tu perro. Te invito a seguirme en mis redes sociales para estar al tanto de las novedades.
Nos vemos pronto!
Lorena Constanza Colmenero
Asesoramiento Integral en Comportamiento Canino
Bibliografía
- "La biología de las creencias" Bruce Lipton